Cuando intentamos instalar un instrumento de medición es porque queremos realizar una medición confiable y útil para luego, poder aplicar esa determinación al prorrateo de consumos, evaluación de costos o simplemente control de volumen empleado dentro de un período.
Para este tipo de control existen dos tipos de medidores, dentro del grupo de los mecánicos, más utilizados según tipo de construcción.
Posee un cuerpo y dimensiones más pequeño, usualmente es más económico, a expensas de absorber más energía de presión del agua que fluye. Es más sensible a bajos caudales, pero está más expuesto al desgaste mecánico por consecuencia de su diseño compacto.
Su cuerpo es de mayores dimensiones, por lo tanto trabaja de manera menos exigida y consecuentemente de mayor durabilidad. En contraste con los medidores Monojet, estos consumen menos energía de presión del agua, pero su sensibilidad a caudales bajos tiende a ser menor en el tiempo.
Algunos tipos de medidores tienen su integrador “seco” (aislado del agua), por lo que se evita interferencia de la lectura producido por óxido, incrustaciones calcáreas o la presencia de limo que se depositan en el odómetro impidiendo la lectura).
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